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martes, 15 de febrero de 2011

EVIDENCIAS DE UN DISEÑO EN EL UNIVERSO

Cuanto más aprenden los científicos acerca del universo, más reconocen el ajuste fino que se refleja en su construcción, un ajuste fino que apunta a hacer que la vida sea posible. Cada aspecto debe estar puesto en un equilibrio muy delicado dentro de una estructura compleja que incluye todos los otros aspectos en equilibrio delicado. Que hay planificación y precisión es evidente en una forma a todas luces obvia. Hay muchas evidencias de diseño en The Creator and the Cosmos (El Creador y el Cosmos), segunda edición (NavPress, 1995). Muchas más han sido descubiertas desde esa publicación. Hay una lista actualizada disponible de Reasons To Believe. He aquí sólo algunos de los ítems incluidos en la última lista:

Parte 1: Nuevas Evidencias del Ajuste Fino en el Universo

1. La constante de estructura fina (la relación que describe cuántas longitudes de onda se separan algunas líneas espectrales) debe caer dentro de un cierto rango (0,06 o menos), de lo contrario ciertos elementos pesados esenciales para la vida se desintegrarían rápidamente en elementos más livianos.

2. Si el universo hubiera comenzado con menos o más de diez dimensiones espacio-temporales (o sus equivalentes) la mecánica cuántica, la gravedad y la relatividad no podrían coexistir y tampoco serían posibles ni el universo ni la vida.

3. Si el universo se hubiera desarrollado de alguna forma distinta que la de una entidad de cuatro dimensiones en expansión (con seis dimensiones que no se expanden), serían imposibles las órbitas estables de los electrones, los planetas y las estrellas.

Parte 2: Nuevas Evidencias del Ajuste Fino en Nuestra Galaxia y en el Sistema Solar

1. Si nuestra galaxia fuera mucho más grande, la atracción gravitatoria de su núcleo perturbaría las órbitas estelares (incluyendo la de nuestro sol) y encendería procesos de combustión nuclear (destructores de la vida) intensamente poderosos. Si nuestra galaxia fuera mucho más pequeña no podría atraer la cantidad necesaria de gases y polvo como para mantener la formación de estrellas por el tiempo suficiente para generar los elementos y el entorno radiactivo que necesita nuestro sistema solar para el sustento de la vida.

2. Nuestra nebulosa solar (los gases y la nube de polvo de los cuales se ha condensado nuestro sistema solar) tuvo que residir lo suficientemente cerca a la explosión de una supernova como para atraer los elementos pesados que requiere la vida y, a la vez, lo suficientemente alejada para permanecer intacta y evitar ser destruida.

3. Nuestro sistema solar tenía que estar en la etapa justa de desarrollo cuando ocurrió la explosión de una supernova (a la distancia precisa). Si esa explosión hubiera ocurrido antes en el desarrollo de la nebulosa solar, el desarrollo hubiera sido frenado por la explosión; si hubiera ocurrido más tarde, la provisión de los elementos pesados necesarios para los planetas y la vida hubiera sido insuficiente.

4. Si la estrella alrededor del cual un sistema planetario se forma se encuentra demasiado cerca del brazo espiral de la galaxia, tanto la radiación como las perturbaciones orbitales de las estrellas cercanas harían que la vida fuera imposible. Pero si esa estrella se encuentra demasiado lejos del brazo espiral, no puede absorber los elementos pesados necesarios para la formación de los planetas rocosos.

5. En su historia temprana, un cuerpo astronómico con una masa de una novena parte de la de Marte aparentemente chocó de frente con la Tierra. Si ese cuerpo hubiera sido más pequeño, la atmósfera de la Tierra hubiera sido demasiado espesa para sustentar la vida y nuestra Luna sería demasiado pequeña. Pero si ese cuerpo hubiera sido más grande, la órbita de la Tierra hubiera sido sacada del rango que puede sostener la vida.

6. El momento en que ocurrió la colisión con el cuerpo también fue significativo. Si hubiera ocurrido más temprano en el desarrollo de la Tierra, de nuevo la atmósfera de la Tierra hubiera sido demasiado espesa y su Luna demasiado pequeña para sustentar la vida; si más tarde, la luminosidad del Sol hubiera sido demasiado intensa en una etapa demasiado temprana para el desarrollo de la vida.

7. La posición de Júpiter en el sistema solar también es crucial para la vida sobre la Tierra. Si Júpiter estuviera demasiado distante del Sol y de la Tierra no podría actuar suficientemente como escudo como para proteger a la Tierra de colisiones con asteroides y cometas. Pero si Júpiter estuviera demasiado cerca su enorme gravedad desestabilizaría la órbita de la Tierra.

8. La masa de Júpiter tiene que ser también la correcta, con toda precisión. Si fuera más grande la atracción gravitatoria - aún a la distancia actual del planeta - desestabilizaría la órbita de la Tierra. Si Júpiter fuera menos masivo y estuviera ubicado donde está, su atracción gravitatoria sería insuficiente para atraer la mayoría de los asteroides y los cometas que se dirigen hacia nosotros.

9. El impacto de la ubicación y la masa de Júpiter sugieren por qué la tasa de deriva interna de los planetas mayores no debe ser ni demasiado rápida ni demasiado lenta. Si los planetas grandes derivan hacia el Sol y los planetas internos demasiado rápido, las órbitas de los planetas internos se vuelven demasiado inestables para soportar la vida. Si estos planetas grandes derivan hacia el centro demasiado lentamente, no protegen adecuadamente a los planetas internos de las colisiones con los asteroides y los cometas.

Con el agregado de estas características de diseño, la probabilidad de encontrar siquiera un sitio que soporte la vida en el universo cae por debajo de uno en un millón de billones de billones de billones.

DR HUGH ROSS

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